viernes, 22 de marzo de 2013

No todas las tierras producen el fruto de Dios



Texto:
Mateos 13: 1 – 9 (NVI).
13 Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó junto al lago. 2 Era tal la multitud que se reunió para verlo que él tuvo que subir a una barca donde se sentó mientras toda la gente estaba de pie en la orilla. 3 Y les dijo en parábolas muchas cosas como éstas: «Un sembrador salió a sembrar. 4 Mientras iba esparciendo la semilla, una parte cayó junto al camino, y llegaron los pájaros y se la comieron. 5 Otra parte cayó en terreno pedregoso, sin mucha tierra. Esa semilla brotó pronto porque la tierra no era profunda; 6 pero cuando salió el sol, las plantas se marchitaron y, por no tener raíz, se secaron. 7 Otra parte de la semilla cayó entre espinos que, al crecer, la ahogaron. 8 Pero las otras semillas cayeron en buen terreno, en el que se dio una cosecha que rindió treinta, sesenta y hasta cien veces más de lo que se había sembrado. 9 El que tenga oídos, que oiga.»
Introducción:
En el corazón de Dios siempre está el Bendecirnos. Más aún, que caminemos en “Sobreabundancia”. Pensando esto, me encontré con esta palabra. Jesús, seguido por una multitud, decide explicar lo que es el reino de Dios. Esta parábola es acerca de nosotros. Cada uno es tierra. El camino a la sobreabundancia lo decidimos nosotros en el Señor. Va más allá de lo económico, tiene que ver con lo sobrenatural.
Existen de distintos tipos de tierra, y dependiendo de aquello está el éxito de la cosecha o SOBREABUNDANCIA.
Veamos algunos detalles introductorios de esta historia contada por Jesús:
I.                    Cosechas: son temporadas. Dependiendo de la fecha el fruto.
                Ej:
ü  Tiempo de prueba: la fe.
ü  Tiempo de espera: esperanza.
ü  Tiempo de soledad: consuelo en Dios.
II.                  Tierras: hay dos tipos de acuerdo a un estudio:
1.       Fértiles: Dan el fruto que sea.
ü  Cristianos 4x4.
ü  Creyentes comandos.
ü  Dignos de honra.
ü  Viven en la sobreabundancia no en la bendición. (explicar diferencia)
2.       Que dan fruto: (Desierto) pueden dar cierto fruto pero no TODOS.
III.                Sembrador: es Dios. Características:
ü  Esperanza: “(La Nueva Biblia de los Hispanos (© 2005 Lockman)) “Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes,' declara el SEÑOR 'planes de bienestar y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza” (Jer. 29.11).
ü  Amoroso: “esparce la semilla”. 1 juan 4.8 “El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. (Biblia de las Américas).
Primer tipo de tierra: tipo camino.
ü  Es una tierra pisoteada. Es fruto del día a día de “caminantes”. Pasan una y otra vez personas como también animales y maquinaria. Es la imagen de las vidas que han sido golpeadas por la vida.
ü  Es tierra, pero no apta para sembrar. Hay un potencial, pero nunca la semilla tiene éxito. Se le puede predicar una y otra vez, pero una y otra vez la semilla es robada.
ü  Es tierra que debe ser tratada. Trabajada por el agricultor (Espíritu santo).
ü  Es tierra que a lo mejor alguna vez dio fruto, pero necesita ser preparada nuevamente para tener la condición de nuevamente dar vida.
Segundo tipo de tierra: la que tiene piedras.
ü  Es una tierra invadida. No está limpia para realizar el propósito por el cuál existe. Son personas buenas, de buen corazón, que desean escuchar de la Biblia, de Dios. PERO! Están cubiertos de piedras.
o   Piedras: religiosidad, pasado, traumas, compromisos externos a la fe (ej. Deportes, gustos, rutinas sociales), etc.
ü  Es una tierra que no tiene profundidad.  ¿Qué tan profundo entra en tu vida la semilla? ¿es el evangelio para ti solo un maquillaje?¿algo pasajero?.
ü  Son tierra entusiasta. Pintaban para buenos/as.
Tercer tipo de tierra: la cubierta de espinos.
ü  Es tierra es buena. La semilla cae, da fruto, pero no se puede cosechar porque dejó crecer espinos a su alrededor. Algunos agricultores en Palestina dejan crecer el espino para usarlo de combustible.
ü  Estos son vidas que han dejado crecer “cosas ajenas” a la semilla de Dios. Cosas que OTROS han depositado. Jesús dice que son preocupaciones y riquezas fueras del orden de Dios lo que pueden ahogar la semilla.
ü  Son vidas que se puede mirar el fruto, palpar el fruto, pero de pronto caen, se desmotivan y dejan el camino.
ü  Lo peor es sentirse cómodos con los espinos. Pecados regalones. Actitudes que no dejan que Dios trabaje y actúe.
ü  No se dan cuenta que los espinos son “Engaños”, distracciones. Dios me da un trabajo, pero si hago horas extras y dejo de asistir al culto puedo ganar más dinero.
ü  Son atrapados por el sistema económico reinante.




Conclusión.

Cuarto tipo de tierra: la buena tierra.
Génesis 26:1-12
Nueva Versión Internacional (NVI)
Isaac y Abimélec
26 En ese tiempo hubo mucha hambre en aquella región, además de la que hubo en tiempos de Abraham. Por eso Isaac se fue a Guerar, donde se encontraba Abimélec, rey de los filisteos. Allí el Señor se le apareció y le dijo: «No vayas a Egipto. Quédate en la región de la que te he hablado. Vive en ese lugar por un tiempo. Yo estaré contigo y te bendeciré, porque a ti y a tu descendencia les daré todas esas tierras. Así confirmaré el juramento que le hice a tu padre Abraham. Multiplicaré a tus descendientes como las estrellas del cielo, y les daré todas esas tierras. Por medio de tu descendencia todas las naciones de la tierra serán bendecidas, porque Abraham me obedeció y cumplió mis preceptos y mis mandamientos, mis normas y mis enseñanzas.»
Isaac se quedó en Guerar. Y cuando la gente del lugar le preguntaba a Isaac acerca de su esposa, él respondía que ella era su hermana. Tan bella era Rebeca que Isaac tenía miedo de decir que era su esposa, pues pensaba que por causa de ella podrían matarlo.
Algún tiempo después, mientras Abimélec, el rey de los filisteos, miraba por una ventana, vio a Isaac acariciando a su esposa Rebeca. Entonces mandó llamar a Isaac y le dijo:
—¡Conque ella es tu esposa! ¿Por qué dijiste que era tu hermana?
—Yo pensé que por causa de ella podrían matarme —contestó Isaac.
10 —¿Por qué nos hiciste esto? —replicó Abimélec—. Alguno de nosotros podría haberse acostado con tu esposa, ¡y tú nos habrías hecho a todos culpables de ese pecado!
11 Por eso Abimélec envió esta orden a todo el pueblo:
—Si alguien molesta a este hombre o a su esposa, será condenado a muerte.
12 Isaac sembró en aquella región, y ese año cosechó al ciento por uno, porque el Señor lo había bendecido.

ü  La buena tierra es la vida en obediencia. Se trata de la fe que cree y obedece.
ü  Es tierra labrada por el Espíritu Santo. El camino pisoteado fue labrado, las piedras fueron quitadas, el espino limpiado. Es tierra lista para que la semilla del sueño de Dios crezca!
ü  Prov. 16.25 dice: “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte”.
ü  Dietrich Bonhoeffer dice: “Solo el que cree es obediente y solo el obediente puede creer”. Hay personas que quieren creer pero no son obedientes.
ü  La obediencia es la llave que contiene el tesoro de la sobreabundancia.
ü  La bendición de Dios es para TODOS. La sobreabundancia es para los que obedecen y creen como lo hizo Abraham, Isaac, Jacob, José, Daniel,… JESÚS… como lo tenemos que hacer nosotros hoy.


F    Formato Sermón. 

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